San Millán de la Cogolla

Entre Suso y Yuso. Dos joyas en la Rioja

Destinos que no por repetidos dejan de ser tan interesantes como el primer día que se visitan. La Rioja nos brinda en San Millán de la Cogolla la posibilidad de disfrutar de dos lugares increíbles y ambos Patrimonio de la Humanidad, hablamos de Suso y Yuso. Nada menos que se les conoce como la cuna de las que fueron las primeras letras en castellano y en euskera. Por cierto la localidad se llama San Millán por el Santo y la Cogolla por encontrarse en los Montes Cogollos.

Este pueblo, situado en las estribaciones de la Sierra de la Demanda, nos acoge con un urbanismo casi caótico y que consta de varios barrios. Santurce, el más antiguo y del que se tienen referencias desde el siglo IX. Una vez que se había construido el Monasterio de Yuso, que en su origen fue románico, surgió el barrio llamado Barrionuevo, este se sitúa en lo que es actualmente el núcleo urbano de San Millan.

En el siglo XIV aún nacería un nuevo barrio, el llamado de Prestiño, éste se sitúa casi pegado al Monasterio de Yuso. Es en este barrio donde se construye el hospital del monasterio, también varios almacenes, que con el tiempo han sido reconvertidos en viviendas. Aprovechando la cercanía del rio Cárdenas de construyeron también varios molinos en las cercanías del monasterio.

Y es en este último barrio, en el de Prestiño, donde podréis encontrar una placa conmemorativa del nacimiento de la escritora Maria de la O, que escribió casi toda su obra bajo el pseudónimo de su marido, Gregorio Martínez de la Sierra. Esta escritora nunca regreso a España y murió en el exilio. Tenéis en este articulo que publicamos en la web mas información sobre ella; también sobre otra gran escritora francesa, Auore Dupin, que fue autora de grandes obras bajo el pseudónimo de George Sand.

Cuando llegas junto al Monasterio de Yuso te encuentras ante un edificio enorme, que con razón llaman El Escorial de La Rioja.

En Yuso es donde se compran las entradas para visitar tanto Yuso como Suso. También es donde se encuentra el aparcamiento en cuya entrada encontrareis el típico cartel, del que os dejo imagen. Nosotros pernoctamos dos noches sin problema y con la visita de la Guardia Civíl en ronda de vigilancia. Eso si, estábamos debidamente aparcados y nos situamos al final del amplio aparcamiento.

Nuestra primera visita fue el monasterio de Suso, al que se puede acceder andando, unos 40 minutos de subida, o con bus gratuito y que te reservaran hora de subida y bajada cuando compras la entrada. La primera vez que visitamos Suso fue hace 23 años, pudimos subir con nuestra autocaravana, aparcamos junto al monasterio. Las visitas eran escasas y la circulación no estaba prohibida. Aun recuerdo aquel día, disfrutando de un lugar tan especial.

Arvi en el Monasterios de Suso

Una vez en Suso, un edificio deshabitado, no podremos ver nada del antiguo monasterio. Actualmente podremos visitar la galería de acceso que conserva un suelo espigado de estilo mozárabe del siglo X. Es en esta galería donde se encuentra el Panteón de los Siete Infantes de Lara. Aquellos que fueron asesinados por su propio tío, Ruy Velázquez y cuyas cabezas envió a su padre que estaba en Córdoba, entonces prisionero de Almanzor, en aquella época el califa. También se encuentran en este Panteón tres reinas del Reino de León, doña Toda, doña Elvira y doña Ximena.

Podremos también admirar la antigua iglesia rupestre, de la que se dice que es el altar mas antiguo de España. Por cierto con orientación Norte Sur, cuando lo normal es Este Oeste. Las llamadas Cuevas de Suso son de estilo visigodo y construidas en el siglo VI, se fue ampliando Suso hasta el siglo XI. Por ello al estilo original se sumaron el mozárabe y románico, fundiéndose en el espacio para despertar en el visitante una gran admiración.

Es en este lugar donde se nos ha dicho que aparecieron las primeras palabras en Castellano. En Suso fueron escritas las llamadas Glosas Emilianenses 60, pequeñas anotaciones manuscritas en un códice en latín entre los siglos X y XI. (Los originales están en Madrid y las copias se pueden ver en Yuso)

Eso si, investigaciones, relativamente recientes apuestan a que las primeras palabras en castellano se escribieron en Los Cartularios de Valpuesta, encontrados en el burgalés pueblo de Valpuesta. En nuestro canal tenéis un vídeo sobre estos becerros, llamados así por estar escritos sobre piel de becerro. Vídeo de Valpuesta segundo del viaje por las Merindades.

De lo que no cabe duda es que también en las Glosas Emilianeneses 68 se escribieron las primeras palabras en Euskera. Sin duda, toda una coincidencia en el tiempo y en el espacio.

En contra de las estancias vacías de Suso, Yuso nos recibe con retablos y puertas con demasiado pan de oro, demasiada ostentación de riqueza. El Monasterio está actualmente habitado y cuenta también con una hospedería.

La fecha en que comenzaron las obras de este enorme edificio, de mas 10.000 metros cuadrados, se sitúa a mediados del siglo XII. Durante un tiempo Suso y Yuso mantuvieron actividad en paralelo, manteniendo abades distintos. Suso permanece fiel a la tradición y continua siendo una doble comunidad, masculina y femenina. Yuso por el contrario se acoge a la regla Benedictina.

Finalmente Suso desapareció como monasterio, toda la actividad de la Comunidad paso a Yuso. Del aquel primitivo monasterio de Yuso no queda prácticamente nada. Fue entre los siglos XVI y XVIII que se acometieron la obras de la gran reforma y el resultado es el que vemos en la actualidad.

Los monjes benedictinos sufrieron hasta tres expulsiones, la primera, en 1809, por Jose Bonaparte; la segunda y, una vez que habían vuelto en 1813, fueron expulsados por Fernando VII y la expulsión duro 3 años, del 1820 al 1823. Fue en esta expulsión que la antigua Botica fue vendida en publica subasta. La tercera y última expulsión de los benedictinos fue en la Desamortización de Mendizabal. Es así como Yuso permanece abandonado desde 1833 hasta 1866, Pero la ocupación fue solo de dos años. volviendo a ser abandonado hasta que, finalmente, en el año 1878 la Orden de los Agustinos Recoletos ocupa el lugar, como centro de formación. Miembros de esta congregación son los que actualmente siguen viviendo en Yuso.

Ahora si, nos vamos a meter con la visita que siempre es en grupo y guiada, comienza en la Sala de los Reyes. Es en esta sala que vamos a poder ver una copia de las famosas Glosas Emilianenses. Los originales están en La Real Academia de la Historia, Madrid.

Después caminaremos por el claustro procesional, también llamado Claustro Bajo. Sus obras comenzaron a mitad del siglo XVI el encargado de esta construcción renacentista es Juan Pérez de Solarte en 1549.

La visita continuará por la Iglesia Catedralicia que se construyó en 36 años, terminando la obras en el 1540. El retablo fue encargado a Juan Ricci, Pero si tenéis la oportunidad de elegir una fecha para visitar la iglesia apuntaros unas entorno al 1 de marzo o el 21 de septiembre. En esos días, sobre las seis de la tarde, entra desde el rosetón situado en la trasera de la iglesia un rayo de luz que, tras atravesar el trascoro a través de un circulo situado en su parte superior, da en la que es considerada la parte central de la iglesia. Aquí al contrario de Suso si se da la alineación Este Oeste.

En el coro se ve el enorme atril donde se situaban los pesados cantorales, eso facilitaba que pudieran ser leídos desde todos los lados. Si los Monje necesitaban descansar de permanecer tantas horas de pie cantando siempre podían apoyarse en las Misericordias. Una vez sentados también podían descansar apoyando sus brazos en las Paciencias. Si tenéis ocasión visitar la catedral de Zamora, las Misericordias de su coro son bastante, digamos, ligeras.

En la Sacristía quizás os llamen la atención las pinturas de su techo del siglo XVIII. Son las originales y se conservan como el primer día, para ello los monjes usaron en el suelo el alabastro, un material que absorbe la humedad.

Sacristia

Es momento de subir hacia el Claustro Superior, al contrario que el Bajo en este se impide ver el exterior porque sus laterales están cerrados. Sobre las paredes de las puertas de acceso a las celdas de los monjes, pinturas que cuentan la vida del santo que da nombre a todo el conjunto, san Millán. Por cierto, las puertas eran tan bajas para que los monjes debieran humillarse, bajando sus cabeza para poder pasar a sus aposentos.

Claustro alto

Y nos espera una autentica joya del monasterio, los Cantorales de Yuso de principios del siglo XVIII. Y una se imagina los cantos en el coro, con monjes bajando y subiendo cantorales, que llegan a pesar 60 kilos, por una escalera de más de 40 escalones.

Una colección de cantorales, la de Yuso, para la que fueron necesarios cientos de terneros recién nacidos, es su piel curtida la que servia para la escritura. La colección de 25 cantorales que guarda Yuso es una de las cuatro que se conservan integras en España, las otras tres están, una en El Escorial, otra en el Palacio Real de Madrid, la tercera y última se encuentra en el Monasterio de Guadalupe. El armario donde se conserva la colección de Yuso es el original y para sacar los volúmenes se necesitan unos carriles que facilitan que puedan salir o ser guardados.

Para conservar de las amenazas de la humedad se utilizaba un curioso sistema de refrigeración, permitiendo que circulara el aire, con respiradores en las pareces. También para evitar a otro de los enemigos, como eran los roedores, se recurría a gatos motivo por el cual podemos fijarnos en alguna gatera por las estancias del monasterio.

Video de los Cantorales de Yuso.

Y siguiendo en la misma planta aun nos queda por visitar una sala donde se expone un cofre con las reliquias del san Millán. El cofre relicario elaborado en plata es de la primera mitad del siglo XX pero los marfiles románicos son los originales, Los que estaban colocados en el relicario original del siglo XI, cuando el rey Sancho IV de Pamplona mando fabricar un relicario en oro, piedras y marfil. El arca tenia veintidós tarjetas de marfil que contaban la vida del santo.

En el 1809 las tropas napoleónicas robaron las piedras preciosas, los metales y los marfiles. Algunos de esos marfiles se encontraron siglos después en lugares tan dispares como San Petersburgo, Florencia, Berlín, Nueva York o Washington. El arca relicario que ahora podemos ver tiene trece marfiles originales y el resto, hasta los veintidós, son copias de las placas que nunca aparecieron.

Por cierto a lo largo del pueblo de San Millán están repartidos carteles con fotos de las tablas de marfil.

En nuestro canal de Youtube tenéis un video que editamos sobre Yuso.

Como decíamos al principio de este articulo pernoctamos dos noches en el aparcamiento de Yuso como hicimos desde la primera vez que visitamos este lugar. La señal de prohibido indica claramente que está prohibido acampar pero no estacionar.
Un rincón, los monasterio de San Millán de la Cogolla, que a la vuelta de los viajes de verano, recorriendo lugares de Europa, nos servía para un descanso de uno o dos días antes de volver a la cotidianidad. En 2022 no funcionan las fuentes, el lugar sigue sin un solo banco, ni lugar reservado para tomar una comida después de la visita. Debe pensar la congregación de Agustinos Recoletos que para comer ya están los restaurantes del “complejo” y para sentarse mejor en una de las terrazas tomándose una cerveza.


En dos días que pasamos vimos como algunas familias intentaban buscar un poco de sombra en el aparcamiento, mientras comían de pie. Otros comían sentados en su coche manteniendo puertas abiertas para aliviar el calor. Una pena que cosas así no se tengan en cuenta. ¡Será por sitio!

Por último os recomiendo que ya que andáis por La Rioja visitéis la comarca de las 7 Villas. Os van a encantar cada uno de sus pueblos, eso si, algunas son carreteras estrechas y en los pueblos el aparcamiento es escaso, tenerlo en cuenta a la hora de programa la fecha de la ruta. Aquí tenéis enlace a la ruta.

Por último, en el video que está subido en nuestro canal de YouTube podrás ver la visita detallada de Suso y alguna sorpresa, os dejamos alguna pista. Pincha en la foto de #Arvi para ver el video

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