Algo más que una ruina
El patrimonio de todos se derrumba.
Poco le queda al campanario del monasterio del Risco para que caiga, como ya cayeron el resto de su dependencias, iglesia, claustro, hospedería, almacenes, hospital, terrazas de cultivo …
Una subida constante, desde el abulense pueblo de Amavida, permite disfrutar del paisaje y de lugar donde se encuentran las ruinas del que fue un influyente monasterio al que llegaban tres calzadas, desde la propia Amavida, desde Villatoro y Vadillo de la Sierra, un auténtico cruce de caminos.
Desde el lugar las vistas son impresionantes sobre la sierra de la Paramera, la de la Serrota y la propia Sierra de Ávila. Un auténtico mirador sobre un paisaje que enamora.
Cuando has terminado el ascenso, que comienza donde hemos aparcado los vehículos* en las últimas casas de Amavida, tienes ante tus ojos las ruinas del monasterio que se construyó sobre una antigua ermita de 1504. El artífice de la ermita y de la construcción del propio monasterio, en el años 1530, fue el monje Francisco Parra.
El nombre del monasterio es el de Nuestra Señora de las Angustias, todo el mundo le conoce como el Monasterio del Risco, quizás porque está orientado a un risco, el risco del Sol. Y sobresaliendo su campanario construido en el año 1776 que se niega a dejar de lucir erguido, pero le falta poco, muy poco para derrumbarse. Su techumbre está comenzando a presentar agujeros, el agua y la nieve harán el resto.
Este monasterio se encuentra en la Lista Roja de Patrimonio. Una lista que en nuestro país sigue en constante crecimiento. Por ella pasan aquellas obras de arte y construcciones olvidadas por TODAS las administraciones hasta que, finalmente, se convierten en RUINA TOTAL.
Ruinas que en el caso de edificios religiosos vienen de lejos, la Desamortización de Mendizábal en tiempos del reinado de Isabel II, fue en muchos casos la puntilla.
En el caso del Monasterio del Risco, al no cumplir el monasterio con la mínima cantidad de 12 monjes, fue expropiado y como cada expropiación fue subastado a continuación.
El precio que se pagó en la subasta y que se refleja en documentos oficiales fue de 22.000 reales, se dice que sería el propio escribiente quien lo compró pues no aparece ningún nombre solo una anotación, “Yo”.
Aquella desamortización para capitalizar el reino, sanear sus arcas y, como no, impulsar al ejercito llevo a muchas propiedades, que fueron compradas en las subastas, a manos de quienes no quisieron o no pudieron seguir con el cuidado y mantenimiento necesario de aquellos edificios.
Por todo el país tenemos construcciones religiosas como ermitas e iglesias que son residencias personales, conventos reconvertidos y también ruinas y más ruinas.
Segura estoy que si el monasterio del Risco estuviera en un país como Francia sus ruinas estarían consolidadas desde hacía tiempo y estaría contribuyendo a la dinamizando de la zona rural donde se situará. Si así fuese, habría publicidad en folletos turísticos, antes de llegar carteles en carreteras anunciando el lugar, adecuación del entorno con alguna mesa y bancos, convirtiendo la zona en una invitación para el viajero. Un lugar para que un pueblo y una comarca se beneficiarán del turismo cultural y de naturaleza.
Aquí, en nuestro país, en nuestras comunidades autónomas, en nuestras comarcas y en nuestros pueblos dejamos que el tiempo termine con un lugar que en el siglo XVII tenía tanta importancia que su rebaño de ovejas superaba las 5.000 cabezas.
Las zarzas y los aerogeneradores se han apropiado del entorno. La dejadez en este país destroza el patrimonio.
*Nota: Algo más sobre la ruta en este enlace
Ana Pose @subetealpaisaje