Patrimonio que se pierde

El abandono de muchos de nuestros monumentos.

Hace unos días subía una fotografiá a Instagram y a Facebook en la que se veían las ruinas de lo que en tiempos fue un castillo, por cierto del siglo IX.
La verdad, no tuvo ni mas ni menos comentarios que cualquier otra fotografía que pueda subir a las Redes Sociales, sin embargo cuando Rubén y yo hicimos la foto y cuando luego decidí compartirla tuve la misma sensación, en este nuestro País pareciera que no sabemos conservar, cuidar y disfrutar lo que tenemos y hemos heredado.
 
El día que hicimos esa foto estábamos terminando nuestro viaje de UNA RUTA SIN DESTINO, que realizamos los primeros 20 días de octubre; los que me conocéis, por mis videos o por mis reflexiones o relatos, sabéis que, primero soy una enamorada de la provincia de Palencia, segundo me gusta que mis viajes y mis rutas tengan un hilo conductor.
Mirando el mapa, es lo que mas me gusta, buscando un lugar para comer de regreso a Ávila descubrí un lugar donde el rio Arlanza necesitaba de un gran puente para ser cruzado y supe que era mi destino. Terminar la ruta casi donde el histórico Arlanza mezcla sus aguas con el río Pisuerga habiendo estado en éste viaje, que ahora terminaba, donde el rio nacía en tierras de Quintanar de la Sierra era, sin duda, una magnifica propuesta.
 
Así fue como decidí que comeríamos en el pueblo de Palenzuela, en una gran área de recreo que tiene junto al rio y la Ermita de La Virgen de Allende el Rio. De esos sitios que ademas si disfrutas de ellos sin gente se convierten en un lugar ideal. Atravesamos el pueblo y cruzamos el rio por un imponente puente de origen medieval hasta llegar a una chopera con bancos y mesas y también barbacoas.
Tras la comida y un buen rato de juegos con la perras decidimos volver por nuestros pasos y acercar la autocaravana al centro urbano para ver donde encontrábamos la desviación que nos llevara hacia la antigua necrópolis y restos del Castro Celtíbero. No vimos ni una señal que nos indicara que dirección tomar para ver los restos de lo que fue en época prerromana la importante ciudad vaccea de Pallantia, al final, desistimos.
Y es que nos dijeron que no había ninguna señal en todo el municipio, no es que nosotros no las encontráramos. Os dejo una pantallazo de la Web Celtibera, debe ser que no solo nos pasa a nosotros.
 
Dejamos la autocaravana aparcada y nos decidimos por subir a ver los restos del antiguo castillo, cuando ya casi estábamos a los pies de sus ruinas vimos que el cementerio aprovecha parte de la muralla que hoy ya esta desaparecida. De la muralla se conserva una de las puertas de acceso a la Muy Noble y Leal Villa de Palenzuela, titulo que ostenta desde que un día este pueblo fue capital de la Merindad del Cerrato.
 
Llegamos hasta los pies del castillo y desde donde se tiene una amplia visión de la chopera donde habíamos comido pero en vez de admirar y disfrutar del lugar Rubén y yo nos cabreamos sobremanera con lo que vimos.
Nos encontramos las ruinas del que un día fuese un imponente castillo en un lugar sucio, con escombros tirados a su alrededor y sin ningún tipo de cuidado y adecentamiento exterior.
 
Un lugar que solo necesitaría que se limpiara de cardos, que se situara algún cartel informativo, incluso algún banco que permitiera disfrutar de parte de nuestra historia, pero no. Las ruinas se están deshaciendo literalmente y mientras no se pone remedio para conservar lo poco que ha llegado a nuestros días. En países como Francia, el lugar estaría cuidado con información y posiblemente con alguna fuente y habilitada una zona de picnic.
 
Con un gran cabreo decidimos seguir visitando el pueblo que allá por el año 1966 fue declarado Conjunto Histórico Artístico.
Rubén y yo nos dijimos seguro que ahora mejora la visita, vimos primero un pequeño mirador y la Puerta de La Paz que antes mencionaba y que aun se conserva en los restos de la antigua muralla.
 
Nos acercamos a la imponete iglesia de San Juan Bautista que comenzó a construirse en el siglo XIV pero, cuando se estaba terminando de construir la torre se desplomo y quedaron destruidas algunas de las naves por lo que hubo que reconstruirse el edificio tal y como hoy podemos admirar su estilo Gótico tardío. Destacar que tiene una de las mejores colecciones de Platería de toda la provincia de Palencia. Si queréis visitar la iglesia y no está el párroco, nos dijeron de un teléfono 979793071 y que antes enseñaba la iglesia la Señora Goya. Nosotros no pudimos verla por dentro, espero que tengáis mas suerte los que me leéis.
 
Otra de las joyas de este pueblo son las ruinas de la Iglesia de Sta. Eulalia, iglesia que al unirse a la parroquia de San Juan entro en desuso y comenzó a amenazar la ruina en la que ha terminado. Por lo menos en este caso el entorno está debidamente adecentado y las ruinas se pueden visitar de forma segura y algunas han sido reparadas.
 
Recorriendo sus calles se descubren casa solariegas y fachadas con escudos y blasones que dan cuenta de que esta antigua ciudad medieval fue importante hasta el punto de que en el reinado de Juan II aquí tuvieron sede las Cortes de Castilla y León, en el Convento de San Francisco.
Sin duda este pueblo cuenta, contaba con todos las posibilidades para convertirse en un pueblo donde el turismo cultural tuviera una parada fija, con las ruinas de su extensa necrópolis, con el acondicionamiento de su rico patrimonio pero no, no es lo que vemos los viajeros que nos desviamos para visitar esta antigua villa.
 
Llegado a este punto reflexiono sobre la situación de despoblamiento en que se encuentran muchos de nuestros pueblos, muchos de ellos con un gran Patrimonio Histórico, y me pregunto. ¿De verdad desde Ayuntamientos y Diputaciones no se dan cuenta que hay un turismo potencial que estaría encantado de visitar estos lugares? Turismo y viajeros que dejarían riqueza y ayudarían a crear puestos de trabajo y asentar población.
En fin, al menos puedo deciros que Palenzuela homenajea la cebolla de la variedad Horcal. Algo es algo, ¿no?.
Ana @subetealpaisaje

 

 

 

 

 

 

 

 
 

 

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