Villardefrades

El pueblo de los tres castigos

Hace unos días os acercaba el pueblo de Villalpando, una villa que esconde en sus calles historia, monumentos y hasta “Feos”. Hoy os traigo una localidad que es conocida por la de “los tres castigos”.

Situada en Tierra de Campos Villardefrades esconde una historia para descubrir. Hemos pasado una noche tranquila junto a su imponente iglesia que no está en ruinas, simplemente es una obra inacabada. Y así la conocen sus paisanos como “La Obra”.

Antes os voy a contar la historia de los tres castigos. Con el primero nos tenemos que remontar al siglo XIII, corría el año 1230 cuando el rey Fernando III mandó arrasar los campos de cultivo de la localidad con sal. No se había sentido respetado ni alagado en su paso por ese pueblo. El segundo castigo hay que situarlo en tiempos de Carlos I de España y V de Alemania, en tiempos de los Comuneros. Por aquella época hubo una disputa entre el señor Villagarcía y el Conde de Urueña, la justicia dio la razón al primero y en el pueblo los vecinos protestaron a favor del conde, fue entonces cuando el Cardenal Cisneros mando quemar varias casas del pueblo para dar una lección a los Comuneros. El tercer castigo es más cercano en el tiempo y nadie me ha sabido decir porque sienten como castigo lo que pasó en 1951. Aquel año, un 7 de julio a consecuencia de una enorme tormenta se derribaron treinta viviendas y los edificios románicos fueron arrasados.

Y ahora sí, ahora os hablo de la que tendría que ser la iglesia de San Andrés. Un fraile, vecino del pueblo y llamado Andrés González fue nombrado obispo de Nueva Cáceres, allá en las Indias Filipinas. Con el paso de los años el antiguo vecino Fray Andrés quiso construir en su pueblo natal un templo en honor al santo. Comenzó la obra en el año 1763, para ello envió un barco cargado de oro para comenzar las obras. Fue necesario un segundo barco porque el oro del primero no fue suficiente para cubrir el templo.Ese barco se hundió en el océano, fruto de una tormenta o un ataque pirata. Así fue como el obispo de Nueva Cáceres envío un tercer barco pero en ese tiempo él falleció y sus herederos legales no vieron la necesidad de gastar los 30.000 reales en terminar el templo. Y así quedó La Obra, como un templo neoclásico inacabado que ocupa el espacio central del pueblo de Villardefradres.Como muchos pueblos de nuestro país, solo es necesario aparcar nuestra autocaravana para sentirnos transitando por la historia. Ana @subetealpaisajeruteando

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