Toldos naturales

Parras en los patios

Toldos naturales y pincelada de color en fachadas.

Cuantas conversaciones a su sombra.

Cuantos racimos de postre habrá ofrecido.

Cuantas frases de rechazo cuando las avispas se hacían notar con su silenciosa visita.

Cuantos pájaros a la espera de ver a la parra solitaria, sin gente que eviten el picoteo de las dulces uvas.

Toldos naturales que la naturaleza se encarga de recoger.

En invierno su retorcido tronco pareciera muy cansados, como si ya no fuera posible una nueva explosión de hojas en primavera.

Escenas que se nos graban para siempre en la memoria. Sabores que nos recuerdan momentos. Fotografías que tan solo haces sin llegar a saber cuánto te cuentan.Y es ahora cuando se añora esa tarde calurosa, sentada en las rodillas de tu abuelo, a la sombra de una parra y escuchando como, con tanta ternura, inventaba un cuento. Una parra, más que un toldo natural, ahora me parece un símbolo de vida en las casas de los pueblos.

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