Sentir la pertenencia a un colectivo o el individualismo egoísta.

Hoy cambiamos historia por reflexión

Abusando de la anáfora, esa figura retórica por excelencia diré que:
Conducir una autocaravana, para algunos no lleva aparejado el sentimiento de pertenencia al grupo o colectivo autocaravanistas.
Conducir una autocaravana, no te convierte en mejor ciudadano, ni mejor persona. Seguirás siendo la misma persona educada y solidaria o el mismo egoísta y maleducado. Te podrá parecer que si, pero el ciudadano mal educado tan solo conducirá un vehículo voluminoso, de 3500 kilos, y sera el mismo vecino que se salta normas. Fuma en el ascensor, se mea entre los coches o vocifera al camarero. Nada cambiará.
Conducir una autocaravana, no es sinónimo de saber comportarte de forma respetuosa con el medio ambiente.
Conducir una autocaravana, sencillamente, no te convierte en autocaravanista.


Como en todo colectivo, en éste también, se dan situaciones individuales que son perjudiciales para el conjunto. Eso sí, esas actitudes individualistas, guiadas la mayor de las veces por un enfoque egoísta, no deben ser nunca la instantánea que se use para recortar derechos al conjunto del colectivo.
Sería injusto castigar a miles de autocaravanistas por unos individuos que ni siquiera se sienten parte del propio grupo.


Algunos tienden a ignorar, confundir y mal interpretar normativas o a extender la norma leída a cualquier situación. Me explico, si pasas el día en un área recreativa, entendiendo por tal las zonas de uso público, con acceso para vehículos, acondicionadas para proporcionar servicios básicos para el uso recreativo de los espacios naturales. Instalaciones que además de sus características propias, en general cuentan con zona de estacionamiento, mesas y bancos, a veces, también parque infantil y fuentes. Está claro que nuestra forma de aparcar en esos lugares deberá ser discreta y, sobre todo, usando el mínimo espacio posible. Ahora bien el uso de mesas y sillas estaría completamente justificado. Por ellos en ese caso, no se puede hablar de acampada.

Pero claro, también están los que intentan saltarse la normativa vigente por que les viene en gana y pocas veces es por desconocimiento de la norma. Conductores de autocaravanas, mas o menos novatos, que pretenden usar el espacio publico de aparcamientos mixtos para realizar en el exterior lo que está expresamente prohibido. Estos individuos desaprensivos pasan a formar parte del colectivo sin que ellos sientan que pertenecen a él. Se les incluye por el solo motivo de ser conductores de una autocaravana.

La pertenencia a un grupo es algo característico y esencial del ser humano. Desde que nacemos estamos formando parte de un grupo, en ese caso, el mas directo seria la familia. Después con los años, los amigos del barrio, los del colegio, los de las salidas de fiesta cuando ya eres adolescente, …

Pero cuando uno siente que pertenecer a un grupo, cuando siente que forma parte de un colectivo, cuando uno se integra en un grupo de forma voluntaria y consciente tiende a cumplir las normas, a hacer todo lo posible para que el grupo no se vea afectado por acciones que le puedan perjudicar.

Y es esa falta de sentirse parte del colectivo lo que hace que personas egoístas hagan con sus acciones daño a todo un grupo compuesto por miles de autocaravanistas que si cumplen las normas. Su falta de identidad, su no aceptación a las normas es un gesto insolidario para con el resto de miembros del colectivo. Y esos desmanes son aprovechados, de forma oportunista, por determinados grupos gremiales, esos si, bien organizados.

Y claro como ya he escrito mas de una vez, ser buena o mala persona no esta ligado al tipo de vehículo que se conduzca, ni tan siquiera es necesario saber o no conducir.

Ser una buena persona es ser una persona respetuosa con aquellos que te rodean. Ser una persona que respeta las normas de convivencia es algo que se aprende con la educación y eso a algunos individuos les falta.

Y claro, respetar el medio ambiente es algo que se aprende y que se practica casi de forma automática. No hacer fuego en época estival, no transitar con vehículos a motor por espacios protegidos, no alterar con ruidos o gritos a la fauna, … En definitiva, no dañar el medio natural es algo necesario para respetar el medio ambiente. Llevarte de vuelta los desperdicios en la alta montaña, usar cenicero en las playas, no usar ríos para el lavado de vajilla,… todo eso no es algo que exclusivamente tengan que respetar los autocaravanistas, es algo a respetar por cualquier ciudadano.

Así pues, cuando alguien no cumple las normas de convivencia no es porque conduzca un vehículo u otro, es sencillamente porque es una persona que no le importa en absoluto el prójimo, los derechos de los demás, ni tampoco la convivencia, ni medio ambiente. Culpabilizar al colectivo autocaravanista de lo que hace un mal educado e insolidario, no es justo.

Y cuando se culpabiliza al conjunto por culpa del individuo y se deja caer, que “nos tenemos merecido lo que nos pase”, parece que se está defendiendo el discurso del enemigo público número uno de las autocaravanas, la FEEC.

Duele ver algunos comentarios de denuncias publicas, duele ver como no se resalta lo increíblemente BIEN que la mayoría de autocaravanistas se comporta. Y sobre todo, a mi me duele justificar la injusticia por el desmadre de unos pocos.

Y termino como comencé, con una anáfora, porque para mi.

Un autocaravanista, es ser el viajero que encuentra su lugar ideal en un puerto de montaña, en un acantilado, en un pequeño pueblo, en una ciudad. Allí donde nos lleve la carretera siempre será posible, un buenas noches y un buenos días mundo.

Un autocaravanista, no necesita desplegar un catalogo de elementos de camping de cualquier gran almacén para sentirse cómodo en algún lugar. De igual manera no puede ser que al autocaravanista se le niegue lo que a otros se permite.

Un autocaravanista, no es la marca de su vehículo, ni el precio que pagó por él, porque el compañero lo es porque le gusta el viaje itinerante.

Un autocaravanista, es aquel que saluda al llegar o al marchase. Es ofrecer un café en una charla que se alarga. Es brindar aquello que necesita el compañero. Es aquel que despliega un mapa para ayudar al que pregunta. Sencillamente, es ser educado, respetuoso, solidario y sobre todo, comportarte como te gustaría que lo hicieran contigo. Ana @subetealpaisajeruteando.

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