Nuestros claustros lucen en Nueva York

Visitando recientemente Frías, no solo me entretuve mirando capiteles como el que os subía el otro día, también recordé algunas noticias sobre nuestro Patrimonio. Como lo dejamos perder por desidia y falta de interés o como nos ha sido robado e incluso como se ha vendido de forma miserable.

Pensaba como algunos ayuntamientos dedican partidas millonarias para infraestructuras inservibles mientras no se da valor a lo que ha formado parte de nuestra historia y ha llegado a nuestros días para dejarnos saber de la vida en siglos anteriores.

En el The Cloisters, en La colección del Museo Metropolitano de Nueva York junto a la Portada de la Iglesia fortificada de la ciudad burgalesa de Frías. Se puede leer:

Portal Spain, Castilla-León, before 1211
From the main portal of the church of San Vicente Mártir at Frías , near Burgos.

Traducido:

Portada de España. Castilla y León, año 1.211 Portada principal de la Iglesia de San Vicente Mártir en Frias, cerca de Burgos.

Y así es, increíble que se pueda admirar en nueva york una PORTADA ROMÁNICA de la iglesia burgalesa de Frías.

Pero no, no acaba aquí, en Nueva York también se puede admirar LA REJA DEL CORO DE LA CATEDRAL DE VALLADOLID, de 15 metros de largo por 12 de alto. Fue vendida por el Cabildo a través de su tratante de arte a William Randolph Hearst por 80 céntimos el kilo, total 500 pesetas, en octubre de 1957. Se vendió al peso como chatarra. Autentica vergüenza. Hoy luce en el Museo Metropolitano de Nueva York. Allí es valorada la labor magnifica del herrero Rafael Amezúa que la forjó en el año 1.763.

¿Os acordáis de la película de Ciudadano Kane que dirigió Orson Welles? Pues esa película está basada en un magnate de la prensa norteamericana, el era William Randolph Hearst. Un autentico acaparador de arte que arrasó en Europa y, en algunos países, las autoridades civiles y religiosas se lo ponían mucho, muchísimo mas fácil.

Se llevó de nuestro país TODO UN CLAUSTRO del siglo XII. Era el del monasterio cistercense de Santa María La Real de Sacramenia, en Segovia. Se le encapricho al multimillonario americano que pago 40.000 dolares por un lote compuesto del claustro, la sala capitular y el refectorio.

Se desmontó piedra a piedra y éstas fueron guardadas en cajas y llevadas en camiones hasta Valencia, desde allí viajaron a la ciudad de Nueva York las 35.784 piedras previamente numeradas. Las piedras se embalaron entre paja y al llegar a la aduana americana se obligó a que las cajas permanencia en cuarentena. Y así estuvieron desde el 1.929 hasta 1.952 cuando fue comprado el lote de cajas en que se guardaban ese tesoro de nuestro país.

Poco le importaba al avaro Randolph Hearst la Gran Depresión del 29, ni tener tiradas en un almacén las cajas del claustro comprado. Compraba por acaparar sin saber ni lo que tenia. Ahora, está reconstruido piedra a piedra en Miami Beach, Florida como un salón de celebraciones y banquetes de boda. Lo bautizaron con el nombre de Monasterio de San Bernardo de Claraval. El enclave y el lugar, como veis, todo muy propio.

El magnate americano compró también partes del castillo de Benavente. Otro monasterio cisterciense, esta vez el de Óvila en la provincia de Guadalajara…

También en el Museo Metropolitano de Nueva York se encuentra el ábside románico de la iglesia de San Martín de Fuentidueña. Las pinturas de San Baudelio de Berlanga, en Soria. Las esculturas de la iglesia de Nuestra señora de la Llana de Cerezo de Riotirón también en Burgos. También fue saqueado el monasterio de Arlanza en Burgos, en el Museo Arqueológico de Madrid está su Portada Románica. En el museo de la Universidad de Harvard se exponen pinturas murales del monasterio. Otras de las pinturas estan en el Museo de arte de Cataluña. El sepulcro románico de Mudarra, héroe de Los siete Infantes de Lara, se llevó a Burgos. Todos sus pergaminos, se han evaporado, están repartidos en colecciones privadas. Queda para la contemplación las ruinas del poderoso Monasterio de San Pedro de Arlanza mandado construir en el siglo X por el conde Gonzalo Fernández. Allí, entre sus paredes se firmaron documentos de la historia de nuestro país, pero parece que a nade le importa. Los políticos y religiosos han preferido el desmantelamiento, la venta a precio de saldo de un patrimonio de un valor incalculable, todo menos invertir en restaurar.

Y si hablamos de robos, hablemos de no hace tanto, por ejemplo, en 2012 fue sonado el robo de cuatro columnas con sus bases y capiteles del pórtico de la iglesia románica de Nuestra Sra. de la Asunción de Osonilla, donde viven tan solo 3 vecinos. También en la parroquia del siglo XII de San Juan Bautista de Arganza se robo una columna y un capitel. Éste pequeño pueblo está también casi deshabitado…

El ya muerto, desde el año 2020, Erik el Belga realizó en nuestros país mas de 600 robos en ermitas, iglesias y monasterios. Este personaje se jactaba en las entrevistas de decir: “He robado más de 6.000 obras: retablos, tallas, tapices, cuadros, orfebrería, libros, algunas de un valor incalculable”. Pero, no se nos debe olvidar que robaba porque existe un mercado que compraba y sigue comprando. El era un ladrón y los que encargaban los robos o compraban lo robado otros ladrones. Ambos Erik y sus clientes nos robaban a todos y cada unos de los ciudadanos de este país.

En fin que mientras los claustros de nuestro patrimonio han navegado o están en entredicho como el famoso de Palomos. Aquel que saltó a la fama en 2012. Se trataba de un claustro románico del siglo XII que estaba dentro de una finca privada de Gerona y que según algunos expertos pertenecía a la Catedral Vieja de Salamanca. La investigación de un historiador desvelaría que ese claustro pertenecía a Salamanca y a todos y cada uno de los ciudadanos de este país. Eso si, nos enteramos que antes que en Palamos estuvo en casa de una marquesa en el barrio de Ciudad Lineal en Madrid. El 23 de julio de 1958 se realizó el contrato de compraventa por un millón de pesetas, por el cual Hans Engelhorn, antepasado del actual propietario, adquiría el conjunto arquitectónico. El claustro volvió a ser numerado, desmontado y transportado en camiones desde Madrid a Palamos. Se pidió que se autentificara a principios de los años 60 a una experta de arte europeo en el Metropolitan de Nueva York que a través de fotos declaro que no era verdadero. Y es que donde este una buena foto que se quite una investigación a pie de piedra, eso lo sabe todo el mundo. Lo saben hasta en la Diocesis de Salamanca que dicen que ellos pasaban por allí y que no saben, que para eso están los expertos.

Y así seguimos. Con una España que se vacía y que es imposible custodiar toda su riqueza patrimonial. Estoy pensando que cuando hemos visitado, también en este ultimo viaje, San Pantaleón de Losa, comente que expuesta estaba la impresionante portada.

Y es que poblaciones con menos de diez vecinos, la mayoría de ellos ya muy mayores, se vacían de vida y se exponen a que el patrimonio de todos se siga perdiendo. Casas blasonadas que se derrumban, castillos que van perdiendo las piedras que conforman sus paredes como si alguien estuviera deshaciendo una construcción de Exin-Castillos. Recuerdo la mayor fortaleza musulmana de Europa que está en Gormaz y ¿que?. Se han puesto parches pero cuando ya su derrumbe era prácticamente total. Una autentica pena ver el estado en que se encuentra.

En el ultimo video de nuestro canal hablaba de como se encuentra a día de hoy el que podemos decir que es lugar donde se escribieron las primeras letras en romance y que serian la base del castellano, la Iglesia de Valpuesta. Es de vergüenza ver que la iglesia donde se hallaron los Cartularios de Valpuesta del siglo IX se este cayendo literalmente. Que su retablo, del mismo autor que hizo el de la catedral de Burgos y con figuras del mismo tamaño y valor, no tenga un andamio a día de hoy donde restauradores estén quitando el polvo de varios siglos que ahoga la pintura que cubre las fantásticas imágenes. Una iglesia que necesita que se intervenga ya.

Viajar nos llena de alegría la mayoría de las veces, otras por el contrario, no causa un inmenso cabreo. Aun así somos un país con mucho patrimonio histórico y de carácter religioso y nos corresponde defenderlo no solo del robo, también del mal hacer de algunos políticos, de la avaricia de millonarios sin escrúpulos, del robo o y del vandalismo de gente ignorante.

Frente a un tipo de turismo de playa y chiringuitos que intentan atraer algunas ciudades y pueblos, existe un turismo cultural que desea viajar, por ejemplo a la Colegiata cántabra de Cervatos para admirar la que han dado en llamar la catedral europea de arte erótico en una construcción románica. O que quieren saber como funcionaban los antiguos Batanes movidos por agua y que hacían que las mantas tuvieran la textura necesaria.

Allí en aquellos batanes estaban la mantas siendo, de alguna forma, apeladas, durante mas de 30 horas. Se les daba la vuelta en más tres ocasiones y al final del proceso la prenda en si, había encogido y se quedaba en una tercera parte, era ya una manta. Por cierto en el Quijote se habla de este proceso y de como el Hidalgo y su fiel escudero Sancho estuvieron toda una noche en vilo porque escuchaban golpes y mas golpes y no sabían a que se debía semejante ruido. Resulto que eran seis batanes trabajando. El susto se lo llevaron ellos y Cervantes nos contó a sus lectores como los batanes no paran ni de día, ni de noche de golpear las prendas. Sin embargo hoy pocos viajeros pueden descubrir lugares donde estos artilugios estuvieran funcionando.

Por no hablar de algo mas reciente como es el Pozo Ibarra en la cuenca minera del Gordón, en León. Cuando visitas el pozo minero y ves allí el antiguo castillete, oxidado; las construcciones abandonadas hace pocos años y ya derrumbadas. La maquinaria oxidada, los carriles de las vías por donde circulaban las vagonetas arrancados, … Un lugar que podría generar una gran riqueza a una comarca llegada por las visitas turísticas se ha convertido en una ruina.

Una pena como nos castigan o nos castigamos cuando no somos capaces de decir alto y claro. ¡Cuiden de nuestro patrimonio!. Legislen e impidan que la desidia acabe con siglos de historia.

NOTA:

En Madrid podemos admirar el Templo de Debod, situado en lo que antes fue el Cuartel de la Montaña. En este caso fue el Gobierno de Egipto quien regaló este templo a nuestro País, en señal de agradecimiento, por la colaboración que junto a otros países hicieron posible salvar los templo de Nubia. Por cierto templos que podrían desaparecer con la construcción de la Presa de Asuán.

En París, en la plaza de la Concordia luce el Obelisco traído también desde Egipto y que pertenecía al Templo de Luxor. Por cierto, el presidente francés Miterrand devolvió a Egipto un segundo obelisco durante su primer mandato.

Claustro al llegar a Miami.

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