Egeria, la viajera española del siglo IV

Domingos con historia.

No es la primera vez que hablo de Egeria, sin duda la primera viajera española. Hace ya 1.500 años que comenzó su aventura partiendo desde el Bierzo, por aquel entonces perteneciente a Gallaecia, y que al llegar a orilla del rio Jordan escribiera en su “diario de viaje”: “Como soy un poco curiosa, pregunté enseguida qué valle era aquel para que un santo monje hubiera plantado allí su eremitorio”.

Se le ha llamado la monja gallega si bien en aquella época no existían aun congregaciones de monjas; bien es cierto que era una mujer inquieta que durante tres años recorrió mas de 5.000 kilómetros pasando por Turquia, Siria, Egipto o Palestina y que el viaje lo documento, podemos decir que se adelanto 1500 años a los blogs viajeros.

Egeria no viajaba sola, lo hacia acompañada de sirvientes y escoltas con lo que su condición debía ser de una mujer con gran desenvoltura económica y con gran respaldo lo que sin duda le permitía presentar credenciales y salvoconductos. Utilizó para su viaje, caballos, burros, barcas, carretas… Se aprovecho de las calzadas romanas que existían en todo el Imperio Romano, imperio por cierto que comenzaba a sentir las primeras invasiones barbaras.

Egeria fue, ademas de la primera viajera española, la primera escritora; ella en sus cartas manuscritas logra armar el primer libro de viajes o guía, nos cuenta los lugares por los que pasa, aquello que mas la gusta, lo que la crea incertidumbre, lo que no la gusta o resulta incomodo…

Todo su viaje está guiado por las palabras de la Biblia, ella quiere llegar a los lugares descritos, conocer el camino y situar determinado pasaje en un lugar concreto.

A nuestros días no ha llegado el manuscrito original de Egeria, el Itinerarium ad Loca Sancta, lo que salió a la luz en el años 1844 fue una copia realizada siglos después y que se conserva en Italia en Santa Maria de Arezzo.

Por la forma de redacción, Egeria escribió en primera persona, se sabe que era una mujer con un gran espíritu aventurero, que tenia un buen estado físico y que el desanimo no era compañero suyo, lo era Dios al que en cada uno de sus trayectos agradece las fuerza que le envía para seguir el viaje. En sus cartas, dirigidas a familiares y amigos, relataba un viaje que se inicio en el año 381 y que acabaría en el 384.

¿Os imagináis aquel viaje? Llegó a Francia, país que atravesó hasta llegar a Italia, en barco cruzó el mar Adriatico, llegó hasta Constantinopla, visito los Santos Lugares y regreso a su tierra natal. Sin duda un viaje único y difícil para ser realizado por una mujer.

El siglo IV, siglo en el que se encuadra el viaje fue llamado el “siglo de los Padres de la Iglesia”.

A principios de ese siglo se había reunificado China.

Armenia fue la primera nación en adoptar el cristianismo como religión oficial en el año 301.

En la primera mitad de ese siglo se funda Constatinopla.

También en aquel siglo se escribe el Kama Sutra.

Durante los años del viaje de Egeria dos fueron los Césares romanos, Graciano y Valentiniano II.

El Papa de aquellos años de viaje era San Dámaso.

Sin duda una gran mujer que debiera estar mas reconocida por la aventura que llegó a realizar en el siglo IV.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *