La senda mitológica de León comienza en Carande. Es éste uno los pueblos que no quedaron sumergidos bajo el agua del embalse de Riaño. Pero, esta ruta no es nueva, antes era conocida como la senda del Hayedo y se adentraba en el paraje de Valdecolina y Pelencinos. Estamos en el Macizo de Mampodre-Riaño.
Al inicio de la ruta, y tras pasar la fuente, nos acompañaran las imágenes del embalse de Riaño. Giraremos a la derecha en suave ascenso para comenzar apreciar el bosque cerrado donde se esconden los seres mitológicos.
Un bosque de acebos, avellanos, hayas, serbales y robles. Un bosque cerrado donde el lobo y oso tienen su hábitat.
Cuando ya nos hemos adentrado en el bosque nos encontramos primero a la Vieya del Monte. Avanzando llegaremos hasta el trasgu. Cuando comencemos a ver las peñas calizas de Piedras Blancas desde una pradera, a priori escondida, tomaremos la pista que nos llevara hasta la Xana. Adentrados otra vez en el hayedo es posible encontrarse con el diabólico Diañe. Pero sus diabluras son solo bromas pesadas. Por ultimo solo nos queda asomarnos al pequeño mirador de Reñuberu. Así se llama al ser encargado de las tormentas. Así pues toca apretar el paso para volver a Carande por esta ruta circular. Nos espera la autocaravana en el aparcamiento situado a la entrada del pueblo donde pasamos la noche en silencio hasta que Reñuberu se puso a hacer de las suyas y descargo sobre el pueblo una increíble tormenta.
