La Epidemia del Baile

Tardes de domingo con un poco de Historia. La Epidemia del Baile del siglo XVI. Coreomanía. Corria el año 1.518 cuando una vecina de Estrasburgo, Madame Troffea se puso a bailar sola, en medio de una calle y durante horas. Podría pasar por loca a los ojos de vecinos, mercaderes y viajeros pero ella no dejaba de bailar. Lo hizo durante horas. Y no solo eso. Durante días estuvo bailando.Una semana después, junto a Madame Truffea bailaban 34 vecinos más. Al cabo de un mes, 400 vecinos estaban bailando por las calles de Estrasburgo de forma desenfrenada tal y como cuenta el alquimista y médico suizo, Thheophrastus Bombastus von Hohenheim, conocido por Paracelso. Pasado el mes, las muertes se contaban por decenas, las gente morían de infartos, por agotamiento y por desnutrición. Los vecinos de Estrasburgo y de lugares vecinos no podían dar crédito a lo que estaba pasando. Por aquella época los que llamaban Físicos, que serian los médicos de ahora, todo o casi todo lo curaban con sangrías. En ese caso hubiese sido aun más lógico el sangrar, porque los físicos diagnosticaron que los enfermos del mal del baile sufrían un calentamiento de la sangre. Sin embargo, recomendaron, “más baile”. Pensaron que de esa forma pronto agotarían el impulso que les llevaba a bailar sin parar y hasta caer exhaustos y morir. Así fue como se preparó en la ciudad un gran escenario. Se desalojo la plaza donde normalmente se celebraba el mercado de puestos de comerciantes. En su lugar se construyó una enorme estructura en madera. Hasta allí fueron llevando a las decenas de bailarines que aun bailaban por las calle y permanecían vivos. Todo lo prepararon con sumo cuidado, dispusieron que músicos de la época amenizaran las horas y horas de baile. Los instrumentos de la época, tales como flautas, tambores o laudes acompañaban a los que padecían a los enfermos. Y como la prescripción medica era clara: “Que bailen, que bailen hasta que se agote el impulso”. Tuvieron que contratar hombres fuertes que sujetaran a los danzantes que desfallecían por el agotamiento de días bailando. Ellos se encargarían que aun casi desfallecidos y a punto de morir, siguieran bailando. Pero esa prescripción de seguir bailando no estaba dando los frutos deseados, la epidemia no se podía contener. Era necesario tomar nuevas medidas y ver otra solución. Y así fue como se tomo la decisión contraria a la primera. Desde ese momento en toda la ciudad de Estrasburgo estaría prohibida la música y el baile. Había que conseguir que los bailarines dejaran de danzar hasta morir y que se siguieran sumando mas ciudadanos. Así fue como se desmonto el gran escenario . Se agrupó a todos los afectados por la extraña epidemia y se les llevo hasta Saverne, pueblo cercano a Estrasburgo. Allí hombres y mujeres que llegaban con los pies cubiertos de llagas y sangrando de los días que llevaban bailando fueron conducidos hasta la catedral de San Vito. Y según cuenta Paracelso, fue frente a la imagen del santo que los danzantes dejaron de bailar. El llamado desde entonces “Baile de San Vito” desapareció de Estrasburgo pero, la ciencia de entonces no averiguo las causas y la razón concreta del inicio y el cese de la epidemia. Quizás tomaron esta decisión porque en 1430, en Zabern, población de Alsacia también tuvo una gran epidemia del baile, y en aquella ocasión se les encerró a los bailarines en la iglesia de San Vito en donde se habrían curado.En siglos posteriores volvieron algunos brotes, igual que había habido antes. Algunas de la ciudades que vieron estas epidemias en sus calles estaban cercanas al Rin, ¿seria la causa las aguas del rio?.Otra posibilidad era que fuese un rito o un culto religioso pero, en aquella época la Santa Inquisición estaba instaurada en Europa. De pensar que podrían ser seres invadidos por dioses o diablos hubiesen tenido una muerte asegurada desde el minuto uno. La posibilidad de que estuvieran bajo el efecto de alguna droga también se ha estudiado con posterioridad. Concretamente, bajo los efectos de un hongo que crece en las plantaciones del centeno y que es conocido desde hace 2.000 años. El llamado Cornezuleo del Centeno. Con propiedades muy parecidas al LSD pero, ¿Como podría ser que los efectos de una droga duraran días y semanas?. Por cierto, en la primera década del siglo XIX este alcaloide se comenzó a conocer como “polvo para parturientas” y, ha utilizarse para acelerar los partos. Posteriormente se comprobó que se producían bastante muertes en los recién nacidos. ¿Y si todo hubiera sido posible por un brote de Histeria Colectiva?.En un brote de esta epidemia en 1.374 poco después de que se hubiese declarado la Peste Negra, a los bailarines se les trato igual que los enfermos de peste. Se les aisló y en algunos casos se intentaría sacar el demonio que se creía que llevaban dentro. ¿Por qué no se hizo eso mismo en Estrasburgo?¿Fue una enfermedad contagiosa?¿Eran fenómenos sociales?¿Un envenenamiento?¿Encefalitis o epilepsia?¿Estrés? Producto de las condiciones de vida, de las epidemias, del hambre …?Fuese lo que fuese nos ha permitido a mi escribir y a ti leer, una tarde de domingo.@subetealpaisaje

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