Un viaje imaginario.
Tarde de domingo y yo tenia que estar escribiendo sobre un tema concreto y aquí me encuentro, otra vez pensado en alto y escribiendo lo que pienso.
Estaba investigando para algo que andaba escribiendo y he acabado leyendo sobre el desierto de Atacama.
Si buscas información de este lugar del mundo podrás leer que su altitud media es de 2.000 metros y las cumbres más altas llegan a los 6.000 metros. Que tiene una longitud de 1.600 kilómetros y un ancho de 180 kilómetros. Por cierto, el nombre fue puesto por los españoles en el siglo XVI. Con esos datos no se hace del todo apetecible.
Ahora bien si digo que el desierto de Atacama, es un lugar que quienes lo visitan dicen que en las noches sin luna se cubre de millones de estrellas que lo iluminan de tal forma que el lugar te embruja. Entonces las cosas comienzan a cambiar.
Invitación a visitar pueblos como San Pedro y su turística calle Caracoles.
A Machuca y Toconao, este ultimo pueblo a casi 2.500 metros de altitud y con casi todas sus construcciones de origen volcánico.
Casi como el pueblo de Salers en Auvernia. Por cierto, del lugar del que estaba escribiendo hasta que me puse a buscar poblaciones con construcciones volcánicas y termine en Atacama.
Atacama, el lugar donde menos llueve, resulta curioso como se encuentran lagunas impresionantes formando uno de los salares mas grandes del mundo.
Valles maravillosos con nombres que quizás pretenden transportarnos a lugares sin parangón en esta tierra. Valle de Marte, de Luna, del Arco iris.
Pareciera que todo es mágico bajo el manto de estrellas mas increíble del mundo.
Allí donde los flamencos se reflejan en lagunas imposibles, pero que allí están las aguas del salitre, desafiando cualquier teoría en una tierra donde no llueve.
Lagunas que son espejos donde poder ver picos imperfectos sin levantar la cabeza.
O disfrutar de las lagunas Escondidas de Baltinache. Siete lagunas de un color turquesa que contrastan con el colo blanco del salar y que su extraordinaria belleza ha pasado, en muchas ocasiones, a ser solo el decorado de un selfí o autorretrato como me gusta llamarlo a mi.
Lagunas que son solo un reducto de lo que un día fue un inmenso lago de mas de 100 kilométricos de longitud. ¿Os imagináis por un momento cuanta belleza en un lago de esas dimensiones en pleno desierto?
Y que decir de las playas de Antofagasta, que también se le llama a ésta región la Perla del Norte. Mar y cielo en una simbiosis perfecta, sin duda un autentico regalo para los sentidos.
Fascinante tiene que ser el Gigante de Atacama, llamado Gigante de Tarapacá. Un jeroglífico de mas de cien metros de largo en el cerro de Unita. Pero no, no es una figura de ahora, su confección se sitúa entre el siglo X o el siglo XIV. Se supone que es la imagen de un antiguo chaman o puede ser la representación del mismísimo Tunupa_Tarapacá. Por cierto, el año pasado unos turistas se dedicaron a circular con un 4×4 por encima de este monumento milenario. En fin…
También podría escribir sobre la Cultura de los Chinchorro y las momias mas antiguas del mundo. ¿Increíble verdad?.
Siempre con Egipto y sus momias para arriba y para abajo y resulta que en el desierto chileno se escondían algunas de más de 5.000 años de antigüedad.
Este pueblo se estableció en las costas del pacifico allá por los años 7.000 y 1.100 a. C.
Algunas de sus momias, las llamadas “momias rojas” eran rellenadas en su interior por cenizas, plumas, tierra… Luego se incorporaba la cabeza, previamente había sido separada para secarla y también rellenarla. La parte de la cara se sustituía por una pasta. El cuerpo era despellejado y se quitaba toda la carne, solo se dejaban el esqueleto. Se unía todo con cuerdas y palos, se le ponía el cráneo, todo se recubría de pasta con ceniza y se pintaba con magnesio. Una técnica que junto con la falta de humedad y las condiciones extremas del propio desierto han conseguido que lleguen hasta nuestros días en perfectas condiciones. Os dejo a un video interesante sobre como momifican en la cultura Chinchorro.
También se puede investigar sobre el pueblo Likan Antai con su cultura ancestral que ha llegado a nuestros días.
Y como no, no quiero acabar sin hablar de los mineros que fueron asesinados en la escuela de Santa María de Iquique el 21 de diciembre de 1907. Aquella masacre forma parte también de Atacama. En la Cantata de Santa María de Iquique se describe el lugar y la matanza. Os aconsejo la audición.
“…Si contemplan la pampa
y sus rincones,
verán las sequedades del silencio,
el suelo sin milagro y oficinas
vacías, como el último desierto.
Y si observan la pampa
y la imaginan
en tiempos de la industria del salitre,
verán a la mujer
y al fogón mustio,
al obrero sin cara, al niño triste.
También verán
la choza mortecina,
la vela que alumbraba su carencia,
algunas calaminas por paredes
y por lecho, los sacos y la tierra.
También verán
castigos humillantes, …” Cantata de Santa María de Iquique. Quilapayun
En definitiva, que una puede viajar por un inmenso desierto desde la mesa de trabajo de su casa.
Feliz semana.
Foto de Carmen de Andrés, viajera incansable
