Sedano, ese pueblo. Capital de una comarca y subrayado en mi cuaderno de “por visitar” desde hace mucho.
Un conjunto de casas custodian la carretera a derecha e izquierda.
Galerías de madera en las plantas superiores ocupan toda la fachada.
Blasones en muchas casonas.
Y barrios, este pueblo está organizado por barrios, Lagos, Trascastro, Eras, Barruelo y como no, La Plaza. Una plaza que nos acoge mientras cae la noche.
Aquí en este pueblo, que hasta castro tiene, Delibes creó mucha de su obra. Y lo llamaba su pueblo porque como el decía. “Me nacieron en Valladolid…” Pero, Sedano lo sentia como su pueblo.
Y aquí estamos, viendo la fonda de Piar desde la autocaravana y admirando la casa de Los Gallos. Que lujo!
Y es que durante tantos y tantos años he leído la obra de Delibes y hoy siento que respiro la esencia que le inspiró.
Que gozada poder disfrutar de estos lugares, no solo admirar su arquitectura, que también.
Y donde escribía Delibes era en una pequeña casita anexa a la familiar. Allí lo tenía todo, la cama, sus libros, su mesa…
Y si pensara que creaba en una Autocaravana cuando escribía esto?
“…Todo lo que conforma mi vida actual se recorta cada mañana en el tragaluz. Lo miro todo; lo veo todo. Soy como Dios. La claraboya ya es otra cosa. Es ella la que me mira a mí, me ofusca con su luminosidad excesiva, …” Señora de rojo sobre fondo gris.
Leer te enriquece.
Viajar te hace saber lo pequeña que eres.
Y observar te hace sentirte viva.
Ana @subetealpsisaje